EEUU.- La tasa de trastornos de ansiedad y depresión disminuyó más del 50 por ciento hasta dos años después de la cirugía en pacientes epilépticos según un estudio de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos) que se publica en ´Neurology´.
Los expertos explican que la depresión y la ansiedad son problemas comunes de personas cuya epilepsia no puede controlarse a través de la medicación. En el estudio participaron 360 personas de siete centros que tratan la epilepsia en los Estados Unidos que pasaron por la extirpación quirúrgica del área del cerebro que les provocaba los ataques.
Según los científicos este tipo de cirugía se reserva para aquellos pacientes en los que la medicación no funciona. La mayoría de los participantes pasaron por cirugía del lóbulo temporal del cerebro. Los científicos evaluaron la salud mental de los pacientes en relación con síntomas de depresión y ansiedad antes de la cirugía y en tres momentos temporales posteriores pasados tres meses y uno y dos años.
Según los investigadores antes de la cirugía el 22 por ciento de los participantes reunían los criterios de diagnóstico de la depresión en comparación con el nueve por ciento que se recogió dos años después de la cirugía. En lo relativo a los desórdenes de ansiedad el 18 por ciento reunía los criterios de diagnóstico antes de la cirugía en comparación con el diez por ciento pasados dos años de la intervención.
Los científicos señalan que aquellos que no tuvieron ataques después de la cirugía el ocho por ciento reunían los criterios de depresión en comparación con el 18 por ciento de aquellos que aún tenían algunos ataques después de la cirugía. En el caso de la ansiedad el ocho por ciento de aquellos que estuvieron libres de ataques tenían depresión en comparación con el 15 por ciento de aquellos con ataques.
Los investigadores no están seguros de por qué la depresión y la ansiedad mejoran después de la cirugía. Según Orrin Devinsky autor principal del estudio eliminar las áreas que funcionan mal en el cerebro podría ser crítico aunque no está claro si los beneficios proceden de reducir o eliminar los ataques o de otros efectos. Según Devinsky las personas podrían también beneficiarse de una mejoría en su autocontrol un menor miedo a los ataques niveles de actividad más altos y una carga menor de medicamentos.
Fuente: Europa Press