Reino Unido.- Investigadores del Colegio Universitario de Londres y el Centro de Farmacogenética y Genómica Poblacional Duke (Reino Unido) han identificado las variantes de dos genes que indican las dosis farmacológicas más adecuadas para reducir los ataques en la epilepsia. Los resultados del estudio se publican en ´Proceedings of the National Academy of Sciences´ (PNAS). Los científicos descubrieron que las variantes de dos genes eran más frecuentes en pacientes que requirieron dosis más altas de fármacos antiepilépticos. Estos descubrimientos sugieren que mediante la incorporación de pruebas genéticas en el proceso de prescripción los especialistas podrían mejorar los resultados de pacientes con epilepsia. Según los expertos una aproximación similar podría también ser útil para otras dolencias como la enfermedad de Parkinson y el cáncer enfermedades en las que las dosis de fármacos a los pacientes varían sustancialmente.
Los científicos identificaron genes considerados candidatos obvios en la respuesta a los fármacos subyacente en los pacientes basados en su conocido papel en el metabolismo o transporte de la carbamazepina y/o la fenitoína dos fármacos antiepilépticos ampliamente extendidos y que promueven efectos secundarios adversos. Los investigadores buscaron una asociación entre el uso clínico de los fármacos y la variación en los genes candidatos en 425 pacientes epilépticos que tomaban carbamazepina y 281 que tomaban fenitoína. Una variante de un gen conocido como CYP2C9 que codifica una enzima del hígado involucrada en el metabolismo del fármaco mostró una asociación significativa con la dosis máxima de fenitoína tomada por pacientes con epilepsia. Además una variante de un segundo gen llamada SCN1A con actividad en el cerebro fue encontrada significativamente más a menudo en pacientes de las dosis más altas de carbamazepina y fenitoína. SCN1A ha sido implicado en muchas formas hereditarias de epilepsia y es la diana terapéutica de la fenitoína. Según los científicos dada su relación con ambas pruebas de fármacos antiepilépticos la variante del SCN1A podría ser de particular importancia para comprender la respuesta de los pacientes al tratamiento farmacológico. Los científicos hacen notar que muchos otros fármacos antiepilépticos actúan en proteínas asociadas al cerebro. Según los expertos el rango de dosis tomadas por los pacientes en las clínicas de epilepsia es grande. En el caso de algunos de estos pacientes pueden pasar meses hasta que se controlan los ataques epilépticos. Este estudio desvela factores que podrían determinar por adelantado qué pacientes necesitarán la dosis más alta. Este descubrimiento podría ser clínicamente relevante para determinar si los especialistas pueden incrementar de forma segura las dosis de forma más rápida a algunos pacientes. Tales pruebas podrían también permitir a los especialistas identificar pacientes que podrían de forma segura tomar una dosis más pequeña minimizando de esta forma los riesgos de efectos secundarios adversos. Los científicos explican que en el caso de la enfermedad de Parkinson las pruebas farmacogenéticas podrían ayudar a los especialistas a prescribir la dosis de fármaco adecuada para equilibrar el control a corto plazo de los temblores en relación con los efectos secundarios del largo plazo que a la larga convierten a la enfermedad en intratable. La configuración genética de los pacientes podría también influir en la dosis de quimioterapia necesaria para combatir con éxito a los tumores así como disminuir los efectos secundarios derivados.
Fuente: Europa Press
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