Un nuevo fármaco antiepiléptico, rufinamida, acaba de iniciar la fase de registro en la Unión Europea para conseguir la aprobación en el tratamiento adyuvante del síndrome de Lennox-Gastaut. Rufinamida ya posee el estatus de fármaco huérfano para esta indicación, que fue otorgado por la Comisión Europea en octubre del pasado año.
Rufinamida es un antiepiléptico de amplio espectro que supone una novedad estructural respecto a los antiepilépticos disponibles hoy en día. Actualmente, no se conoce con exactitud su mecanismo de acción, aunque parece que podría desencadenar su actividad anticomicial mediante la inhibición de los canales de sodio y, posiblemente, también de los de calcio activados.
Los estudios clínicos han mostrado que este nuevo antiepiléptico es eficaz como tratamiento adyuvante en pacientes adultos con crisis parciales en los que no existe un control adecuado tras la administración de otros antiepilépticos, y en pacientes con síndrome de Lennox-Gastaut, a los que aporta un mayor control de las crisis, con lo que se consigue disminuir su frecuencia.
El síndrome de Lennox-Gastaut es una variedad grave de epilepsia infantil que suele desarrollarse entre los 2 y 5 años de vida, aunque se han descrito casos que comienzan a edades más tempranas. Se ha observado que los niños afectados por esta enfermedad experimentan cierto grado de alteraciones intelectuales y pérdida de la capacidad de procesar la información, a la vez que padecen un retraso en el desarrollo y alteraciones del comportamiento. Actualmente se estima que el síndrome de Lennox-Gastaut podría afectar a entre 46.000 y 92.000 personas, en la Unión Europea.
Fuente: La Gaceta Médica
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