19 de septiembre de 2005

Especialistas consideran "inaceptable" la sustitución de fármacos contra la epilepsia por genéricos según una encuesta

El 71 por ciento de los médicos cree que la epilepsia es una enfermedad en la cual la sustitución de fármacos de marca por fórmulas genéricas sin la aprobación del médico es "inapropiada e inaceptable" según una encuesta. A pesar de esto en algunos países europeos los farmacéuticos pueden sustituir los medicamentos originales por genéricos sin informar al médico o al paciente un hecho que desconocían más de 1 de cada 5 médicos y 2 de cada 3 pacientes según la encuesta que se ha presentado hoy en la reunión de la Federación Europea de Ciencias Neurológicas en Atenas (Grecia).

A pesar de que para muchas enfermedades la sustitución de fórmulas de marca por fármacos genéricos es segura y ampliamente aceptada en la epilepsia las pequeñas diferencias en los niveles de los fármacos pueden afectar negativamente en la respuesta de los pacientes. Así el 89 por ciento de los médicos coinciden en que no debería permitirse la sustitución lo mismo que el 91 por ciento de los pacientes.

Debido a la complejidad del tratamiento de la epilepsia y la dificultad de controlar las convulsiones muchos expertos y organizaciones de pacientes en Europa recomiendan que aquellos pacientes cuyas convulsiones se encuentren controladas continúen tomando la misma medicación sea ésta de marca o genérica ya que la administración de un fármaco genérico puede desencadenar crisis convulsivas. Tales convulsiones pueden tener además efectos graves y duraderos para los pacientes inclusive la pérdida del empleo o del permiso de conducir.

De este modo la Oficina Internacional de Epilepsia (IBE) ha instado a los médicos a que protejan la seguridad de sus pacientes y que les expliquen "exhaustivamente" los riesgos potenciales que conlleva para ellos el cambio de los antiepilépticos. Los médicos de toda Europa pueden adherirse a la campaña de apoyo visitando el web ´www.ibe-epilepsy.org´ que cuenta con el apoyo de la IBE y el laboratorio GlaxoSmithKline.

Fuente: Europa Press