12 de diciembre de 2005

La cirugía disminuye hasta en un 50% los trastornos de ansiedad y depresión en pacientes epilépticos

EEUU.- La tasa de trastornos de ansiedad y depresión disminuyó más del 50 por ciento hasta dos años después de la cirugía en pacientes epilépticos según un estudio de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos) que se publica en ´Neurology´.


Los expertos explican que la depresión y la ansiedad son problemas comunes de personas cuya epilepsia no puede controlarse a través de la medicación. En el estudio participaron 360 personas de siete centros que tratan la epilepsia en los Estados Unidos que pasaron por la extirpación quirúrgica del área del cerebro que les provocaba los ataques.


Según los científicos este tipo de cirugía se reserva para aquellos pacientes en los que la medicación no funciona. La mayoría de los participantes pasaron por cirugía del lóbulo temporal del cerebro. Los científicos evaluaron la salud mental de los pacientes en relación con síntomas de depresión y ansiedad antes de la cirugía y en tres momentos temporales posteriores pasados tres meses y uno y dos años.


Según los investigadores antes de la cirugía el 22 por ciento de los participantes reunían los criterios de diagnóstico de la depresión en comparación con el nueve por ciento que se recogió dos años después de la cirugía. En lo relativo a los desórdenes de ansiedad el 18 por ciento reunía los criterios de diagnóstico antes de la cirugía en comparación con el diez por ciento pasados dos años de la intervención.


Los científicos señalan que aquellos que no tuvieron ataques después de la cirugía el ocho por ciento reunían los criterios de depresión en comparación con el 18 por ciento de aquellos que aún tenían algunos ataques después de la cirugía. En el caso de la ansiedad el ocho por ciento de aquellos que estuvieron libres de ataques tenían depresión en comparación con el 15 por ciento de aquellos con ataques.


Los investigadores no están seguros de por qué la depresión y la ansiedad mejoran después de la cirugía. Según Orrin Devinsky autor principal del estudio eliminar las áreas que funcionan mal en el cerebro podría ser crítico aunque no está claro si los beneficios proceden de reducir o eliminar los ataques o de otros efectos. Según Devinsky las personas podrían también beneficiarse de una mejoría en su autocontrol un menor miedo a los ataques niveles de actividad más altos y una carga menor de medicamentos.

Fuente: Europa Press

10 de diciembre de 2005

Estudian cómo evitar epilepsia crónica

Tomar medicamentos que bloquean señales químicas en el cerebro podría prevenir ataques de epilepsia en niños y el desarrollo de una forma crónica de la enfermedad, asegura un nuevo estudio.

Científicos concluyeron que los ataques epilépticos en cerebros que se están aún desarrollando podrían ser provocados por el impacto de pulsaciones de un químico cerebral llamado GABA que chocan contra células nerviosas.

El equipo del Instituto Francés de Neurobiología asegura que dicha reacción deja a las células nerviosas propensas a ataques regulares.

Los resultados de los experimentos llevados a cabo en ratas fueron publicados en la revista Neuron.

Una de cada veinte personas sufrirá un ataque epiléptico en algún momento de su vida, pero muchos superan el problema una vez que alcanzan la edad adulta.

Sin embargo, hay casos en los que la situación empeora y se convierte en una condición más severa.

Foco sobre los niños

El equipo francés centró su trabajo en investigar cómo ataques a una edad temprana se convirtieron en epilepsia crónica.

Para ello analizaron el cerebro de ratones bebés, utilizando medicamentos para bloquear las señales GABA y también para provocar los ataques.
El estudio halló que las células nerviosas impactadas por impulsos GABA causaban ataques en cerebros jóvenes y que estos ataques incluían las llamadas oscilaciones rápidas de actividad eléctrica, que son las que pueden transformar células nerviosas en un "estado epiléptico persistente".

Cuando los expertos llevaron a cabo experimentos en ratas adultas encontraron que las señales GABA estaban también involucradas en los ataques, pero que no conducían al desarrollo crónico de la condición.

Los impulsos GABA son sólo uno de los factores que pueden desencadenar un ataque epiléptico. Otros desequilibrios químicos, el alcohol y la fatiga también pueden ser causantes.

El autor del estudio, Yehezkel Ben-Ari, señaló que los hallazgos podían ayudar al desarrollo de nuevas medicinas para tratar le epilepsia en menores.

Fuente: BBC