22 de mayo de 2007

Un 23% de los españoles que sufren epilepsia sufren crisis no controladas por ser resistentes al tratamiento

Un 23% de los españoles que sufren epilepsia sufren crisis no controladas por ser resistentes al tratamiento

Un 23% de los españoles que sufren epilepsia una enfermedad que afecta en España a unas 400.000 personas y de la que cada años se diagnostican cerca de 20.000 nuevos casos son resistentes al tratamiento farmacológico que actualmente se emplea contra esta enfermedad y sufren por ello crisis no controladas que en muchos casos podrían solucionarse con una intervención de neurocirugía.

En vísperas del Día Nacional de la Epilepsia que se celebra el próximo 24 de mayo los laboratorios Pfizer recordaron hoy en un comunicado que se trata de un trastorno neurológico crónico frecuente cuya prevalencia mundial oscila entre el 0 5 y el 1% y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como "afección crónica caracterizada por la repetición de crisis debidas a una descarga excesiva de las neuronas cerebrales (crisis epiléptica) asociadas eventualmente a síntomas clínicos o paraclínicos".


"Las crisis epilépticas son por tanto la consecuencia de la descarga excesiva de neurotrasmisores de las neuronas de la corteza cerebral. Estas crisis son inesperadas sorpresivas espontáneas y recidivantes. Para poder hablar de epilepsia deben haberse padecido al menos dos crisis" explica la compañía en su nota donde recuerda que la epilepsia tiene tratamiento y se puede controlar "en más del 70% de los casos".


El diagnóstico de una epilepsia se acompaña con frecuencia de un impacto psicoemocional tanto en el paciente como en los familiares y especialmente en los padres cuando se diagnostica la enfermedad en un niño. De inmediato suelen aparecer las creencias generadas por ese concepto de enfermedad "especial" y que se vive en algunos sectores sociales como una carga que el paciente llevará toda su vida y que si es conocida en su entorno social puede ser un factor excluyente.

Para Francisca Lozano presidenta de la Federación Española de Epilepsia es esencial conseguir "que el estigma social que hay entorno a la epilepsia desaparezca mejorando la calidad de vida de los afectados facilitando su acceso al mundo laboral y apoyando para que puedan ejercer sus derechos con absoluta libertad".

A pesar de que las limitaciones en la vida de un afectado con epilepsia pueden llegar a ser asumidas sin que lleguen a influir de forma sustancial en su calidad de vida algunos pacientes pueden tener problemas psicológicos especialmente cuando son portadores de determinados factores de riesgo que dependen de la propia enfermedad de la medicación y de factores psicosociales.

Para María Espinosa psicóloga del Departamento de Psicología Experimental y Fisiología del Comportamiento de la Universidad de Granada es indispensable que los equipos multidisciplinares que asisten al paciente epiléptico trabajen con los familiares del paciente para conseguir un mejor ajuste de éstos a la enfermedad y prevenir la aparición de trastornos de ansiedad y depresión . "En definitiva así se consigue una mejora en la calidad de vida del paciente y de las personas que le rodean" concluyó.

Fuente: Europa Press

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